lunes, 27 de mayo de 2013

Capítulo 1- Un mal primer día (Parte 4)

-Buh! -Dejó escapar Ji Ae apareciendo justo detrás de su amiga. Era silenciosa (bueno, lo había sido en esa ocasión) así que con suerte y como ella pretendía terminaría asustándose.

Había llegado allí desde la sala de música que no estaba muy lejos. Ji Ae estaba cansada, entre unas cosas y otras se había hecho de noche. Tenía hambre porque no había cenado, y encima para colmo de males esta vez no podía aprovecharse de la buena voluntad de Yongwha para que la llevara en moto hasta casa. Así que...resignación cristiana (no se lo creía ni ella) y esperar a llegar a casa. En otras ocasiones hubiera pensado que su hermano le tendría la cena hecha al menos, pero seguramente le tocaría a ella cocinar al llegar.

— ¡Mierda! —exclamó YunHee que estaba tan concentrada en lo que ocurría en el interior de la sala que cuando escuchó el “buh” de su amiga dio un pequeño respingo. Se giró para mirar a Ji y dejó escapar una mezcla de risa divertida y suspiro. —¡Ji! ¡Menos mal que eres tú!

Por un momento había pensado que el chico del castigo le había seguido hasta allí. Y era lo único que le faltaba. Ya había tenido bastante por un día. Seguramente no se volvería a encontrar con él ese día y con suerte tampoco al próximo.  Miró a su amiga con una sonrisa de alivio. No se había dado cuenta de lo mucho que la había echado de menos hasta que la había tenido delante de ella.  El verano se había hecho eterno por estar tanto tiempo lejos.

-¿Quién pensabas que sería?¿El jefe de estudios? Ese ajhussi no da tanto miedo -La contestó ella que no entendía del todo la reacción de su amiga. Por supuesto, si el susto, pero no el “menos mal que eres tu” - ¿A quién estabas mirando?¿están bailando?¿Están sin camiseta?

Ji Ae hizo a un lado a su amiga para asomarse también a la sala de baile. También conocía a esos chicos porque, como con el grupo de música, solía hacerles bastantes fotos. Sin embargo aquello era totalmente distinto y es que, todo lo que tenían sus queridos músicos de frikis, estos lo tenían de populares. Esto significaba que solían estar rodeados de mujeres pesadas y que ellas preferían no mezclarse con ellas. Lo cual era una lástima, sobre todo en cuanto a alegrarse la vista se refería.

—No mentes al diablo. —susurró YunHee mientras se movía ligeramente hacia un lado. —Bastante coñazo me ha dado ya hoy como para volvermelo a encontrar tan pronto.

Recibió las preguntas de Ji Ae con estoicismo, mientras reía divertida al tiempo que se asomaba por un lado del hombro de su amiga. Dentro estaban practicando. Su hermano estaba con un pantalón de deporte negro y una camiseta de tirantes en color blanco. YunHee no pudo por menos que poner los ojos en blanco.

—Mira que le gusta pavonearse a veces... —comentó con una sonrisa divertida, porque por mucho que se metiera con su hermano, le adoraba. —¿Venías a buscarme?

-Pues sí y no -contestó ella bufando y buscando en su mochila las únicas invitaciones que le quedaban después de haber repartido el resto- Mi señora profesora de arte me ha dado esto. No son buenas noticias, en el baile de primavera tenemos que ir todos disfrazados y encima van a dividir a las dos clases en dos grupos para jugar un running man. Encima me ha encargado que se lo reparta a TODO el instituto.

—Menudo marrón. —YunHee frunció el ceño por un momento. —¿Y no podía haberlo hecho ella? ¿te han dado algún problema? —la morena sabía perfectamente que los distintos grupos que había formados en el colegio muchas veces no lo ponían nada fácil cuando otra persona entraba. —Disfrazados y jugando al running man... definitivamente quiere que nos matemos entre nosotros o algo así. ¿Y es obligatorio?

YunHee no era precisamente de las personas más sociables del colegio y menos cuando había que disfrazarse. Aunque se le daban bien los deportes —tener un hermano como Yunho y un padre como el que tenía era eso o muerte instantánea, había sido cuestión de supervivencia — era más bien tranquila y la competitividad se la dejaba para su hermano.

-Es obligatorio, sí -contestó ella casi como un condenado a muerte diciendo sus últimas palabras-  Y bueno... con el cretino de Lee Min Ho, que se ha metido conmigo... pero estarías orgullosa de mi, porque le he respondido. Si me ocurre algún accidente en los próximos días ya sabes a quien culpar.

-¿El cretino de Lee Min Ho?¿Quien te crees que eres para hablar así de un miembro del Dream Team?- preguntó de pronto una voz detrás de donde se encontraban ellas.



Si Ji Ae hubiera tenido que describir a Jessica (ya lo había hecho en alguna ocasión) habría dicho que era una pedorra con cara de tonta y cuerpo de putilla barata del barrio rojo. La verdad es que, por muy bien y muy de rosa que esa mujer vistiera, seguía pensando que era una mala persona, y para Ji era algo que se veía en los ojos de la joven antes de que esta dijera nada.

-Sunbae -Dijo ella a modo de saludo masticando prácticamente las palabras y sin mirarla.

Dicen que cuando un día se tuerce, se tuerce del todo. Y estaba claro que la situación no podía ir a peor, salvo que la segunda al mando del grupo de las chicas más populares del colegio estuviera presente. Lee Si Young, con su cuerpo estilizado y su altura que la hacía pasar por modelo, estuviera presente. YunHee se movió ligeramente para ponerse al lado de Ji Ae.


—¿Acosando de nuevo a mi hermano? —preguntó con una sonrisa de medio lado YunHee. —¿No os dijo que no quería que estuvierais por aquí cuando estaban de práctica?

—Oppa estaba enfadado en ese momento, pero ya se le pasó. —Si Young sonrió mirando a las dos chicas. —Estoy segura de que están más que agradecidos que estemos aquí, sobre todo para animarlos.

—Ahora se llama animar...

De pronto la puerta del aula de prácticas de baile se abrió dejando ver que en el interior ya no estaban practicando, y que quién había abierto la puerta era un chico con cara de mala leche,Eunhyuk.

-No se si oppa está ahora enfadado o no,pero quien está cabreado ahora soy yo. Me importa bien poco que queráis hacer el papel de fans, pero no nos molestéis cuando estamos ensayando o nos veremos obligados a pedir las llaves del sitio para que no podáis entrar.



Ji Ae no pudo evitar en ese momento una sonrisa en el rostro. Conocía a Eunhyuk y era un cielo de niño, pero había varias cosas con las que no se podía jugar estando él presente: la comida,su familia y sobre todo el baile.

-Oppa -dejó escapar ella poniendo una voz dulce de pronto, cálida, como de no haber roto un plato en su vida-  YunHee y yo estamos aquí porque la profesora de arte nos ha encargado entregaros las invitaciones para la fiesta de primavera, y explicaros lo que se va a hacer.Lo cual me recuerda.

Ji Ae apartó cuatro invitaciones del grupo que tenía y se las estampó a Jessica contra el torso para que las agarrara.

-Tenéis que ir disfrazadas y después se jugará un running man.

Jessica miró las invitaciones como si en vez de hojas de papel satinado le hubieran pasado unas serpientes que se estuvieran enroscando en sus manos. Si Young se asomó por encima de su hombro para ver los papeles y después hacia el grupo que se estaba formando en la puerta. Yunho se había movido para ver qué era lo que ocurría.

—¿Una fiesta de disfraces? ¿y por qué la profesora de arte te lo ha dicho a tí y no a nosotras? —preguntó Si Young arrugando la nariz. —Una fiesta tiene que estar perfectamente organizada desde el primer momento y enviandote a tí. —la chica miró de arriba abajo a Ji Ae. — La ha fastidiado desde el primer momento.

—Cállate la boca. — YunHee le bufó a la chica y después miró a Ji Ae guiñándola el ojo. —No hay mejor enviada que ella, fijo que consigue que vayan todos por un motivo o por otro.

—Sería mejor que os fuérais. —YunHo miró hacia Jessica y Si Young. —Y que no volviérais por aquí. Como ha dicho EunHyuk estamos trabajando y nos interrumpís cada dos por tres con vuestros gritos de niñas histéricas.

Ji Ae no dijo absolutamente nada. YunHee, que la conocía bastante bien, sabía que aunque la hubiera defendido a Ji no la sentaban bien esos comentarios. Podía ser que a causa de saber sobre su adopción ella tuviera la autoestima baja, pero esas cosas la hacían sentir como una persona sin importancia en el mundo.

De pronto ella sintió una mano en cada uno de sus hombros, y cuando se giró allí se encontraban Donghae y Junsu. Ambos la conocían bastante bien y si no estaban enfadados con ella en ese momento era porque cuando acudía a hacerles las sesiones de fotos (que por cierto,les encantaban) o los videos de las coreografías siempre permanecía en silencio, observándoles admirada por algo que seguramente ella no sabría hacer nunca.

Jessica y Si Young miraron con sorpresa a Yunho, cruzaron una mirada entre ellas y entrecerraron los ojos al fijarse en las otras dos chicas. Con paso fuerte, haciendo que los tacones resonaran, se alejaron de allí tras un movimiento de pelo que provocó que YunHee tuviera que contenerse la risa. Miró entonces hacia donde se encontraba Ji Ae y después a su hermano.

—Lo siento. —comentó la morena. —No queríamos interrumpiros.

—No te preocupes YunHee-Ah. —dijo su hermano, revolviéndole el pelo en un gesto cariñoso. Miró entonces hacia Ji Ae sonriendo. —¿Qué es eso de la fiesta de primavera?

-La fiesta que se celebra todos los años para empezar el curso.Como siempre nos encargamos los del departamento de arte, pero esta vez a la profesora se le ha ocurrido que debemos ir disfrazados.Luego dividirán las clases en dos grupos, y unos cazarán y otros serán cazados, solo que cada cuarto de hora se cambiará el turno.

Ji Ae se encogió de hombros.En realidad era algo muy sencillo de explicar, si la profesora la había mandado a ella misma a explicarlo era para asegurarse de que todo el mundo recibiera la invitación en mano y no pudiera poner eso como excusa para no ir.

Donghae sonrió mirando a Eunhyuk.



-Bueno, no es tan mala idea, yo al menos estoy aburrido de hacer siempre lo mismo. Además, creo que nosotros dos ya tenemos pensado el disfraz....¿Eh Hyung?

—Perfecto, allí estaremos. —Yunho miró a los otros tres miembros del grupo de baile. Junsu asintió y sonrió de forma automática, de esa manera que le hacía parecer todavía más joven de lo que era.

—Va a ser divertido. —la risa de delfín del chico se escuchó con toda claridad. —Sobre todo lo de running man.

—Entonces no os molestamos más. —YunHee miró a su hermano. —¿Te importa si no voy contigo? Hace mucho que no veo a Ji Ae y nos tenemos que poner al día.

—No te preocupes, ya le digo yo a padre que vas a volver un poco tarde, pero no te entretengas mucho. —su hermano mayor la miró de forma seria. —Mañana hay clase y Taepoong está deseando despertarte si te vuelves a dormir.

—Déjalo ya. —YunHee dio un ligero empujón a su hermano con el codo y después miró a Ji Ae. —Tienes libre, ¿verdad? ¿o tienes que ir al ciber?

-Tengo que ir al ciber, pero Kyuhyun,Minho,Changmin, Jonhyun, Hongki y no se si Yongwha me dijeron que irían -de pronto ella se dió cuenta de una cosa- me dijeron que después teníamos que pasarnos por el local, y Hongki quiere que le invites a un helado de plátano....Oppa -dijo de pronto agarrándo a Yunho del brazo y tirando un poquito para rogarle- ¿Podemos ir? YunHee puede quedarse a dormir en mi casa. Te prometo que no nos despertaremos tarde...porfi...porfi....porfi porfi.

Nuevamente ella había hablado demasiado y demasiado rápido, lo que le pasaba siempre que se ponía nerviosa. Pobre Yunho, ante la ineptitud en ocasiones demasiado patente de Yoochun como hermano, ella había terminado adoptándole también a él.

-Eso,oppa -dijo Donghae comenzando a tirarle del otro brazo- déjalas ir...anda...porfi.

Yunho se puso por un momento serio aunque YunHee sabía perfectamente que sólo era fachada. El chico miró a los tres rostros que en ese momento tenían un gesto suplicante. Suspiró por un momento y asintió por un momento.

—De acuerdo, pero mañana a primera hora os quiero aquí, ¿eh? —las miró a ambas y después a Donghae. A veces pensaba que estaba rodeado de una panda de locos.

-Eh,un momento...¿Helado de plátano? Yo también quiero de eso- exclamó Eunhyuk tan ilusionado con la idea como una mosca con la miel- ¿También me vas a invitar a mi YunnHee-ah?

—¡Genial! —exclamó YunHee sonriendo y dando un pequeño salto. De repente se dio cuenta de algo. Si tenía que invitar a un helado a Hongki y a EunHyuk...  —¿Y me puedes prestar dinero? Te prometo que en cuanto me den lo de la semana te lo devuelvo, pero...

—Claro, no hay problema. —ejercer de hermano mayor en ocasiones hacía que Yunho se comportara casi más como un padre, de todo el grupo, que como un hermano. —Dame un minuto que voy a por la cartera.

-Pues ojalá pudiéramos ir solo al bar. Me duelen los pies de recorrer todo el instituto. -En esos momentos maldecía a su hermano porque seguramente no se estaría haciendo cargo del cibercafe.

-Eh, eso tiene fácil solución- Dejó escapar Donghae antes de entrar al recinto para buscar una cazadora que ponerse en la parte superior, tapando la camisa de tirantes que llevaba debajo para entrenar.

Después se colocó justo frente a Ji Ae, se agacho, y sin pedirla permiso a sabiendas de que se moriría de vergüenza con eso, la alzó a la espalda, con la ayuda de Junsu para que se agarrara bien. Tal que así, comenzó a correr hacia la salida.

-Vamos!

—¡Gracias Yunho-ah! —exclamó YunHee cuando Yunho volvió para darle el dinero y robándole un beso en la mejilla poniéndose de puntillas y haciéndole que se agachara.

Yunho dejó escapar un suspiro cuando vio cómo se alejaban todos, menos Junsu que se encontraba a su lado. Tras negar por un momento volvió su mirada a su amigo y le indicó con un gesto hacia el interior de la sala.

—¿Seguimos otro rato?



—Claro Hyung. —sonriendo entró junto con Yunho y al cabo de unos segundos volvió a escucharse la música de la canción que habían estado practicando durante gran parte de la tarde.

domingo, 26 de mayo de 2013

Capítulo 1.1 -El primer día

El sonido del despertador sonó mucho antes de lo que la figura de la cama hubiera deseado. Se movió hacia un lado con mala cara y se tapó hasta las orejas, como si de esa manera el sonido pudiera ser amortiguado... o quizá desapareciera por obra de gracia divina. Había decidido que no era buena idea poner la canción de ningún grupo que le gustara, porque sino terminaría odiándolo. Tras varios segundos del maldito sonido estridente, una mano fina apareció por fin y giró el móvil consiguiendo de esa manera unos segundos de paz.

Una paz momentánea, porque la puerta se abrió con ímpetu y haciendo casi  más ruido que el de la alarma.

—YunHee. —una voz masculina hizo que la figura de la cama se encogiera por un momento. —Es tiempo de que te levantes si queremos llegar a clase.



—Cinco minutos más. —imploró una fina voz de mujer.

—Levántate o tendré que traer a Taepoong.

Como si tuviera un resorte, la chica se incorporó de golpe en la cama. El cabello revuelto y oscuro caía como una cascada de seda negra hasta más allá de media espalda enmarcando el rostro pálido donde los ojos oscuros estaban más abiertos de lo normal.

—No serías capaz. —acusó mirando a su hermano. —Yunho, dime que no serías capaz de cumplir esa amenaza.

Pero la sonrisa de su hermano le indicó que iba en serio. Suspiró por un momento, contrariada, y se movió para levantarse de la cama mientras que su hermano se apoyaba en el marco de la puerta con los brazos cruzados, mirándola. Un pequeño escalofrío la recorrió cuando posó los pies desnudos en el suelo y se incorporó por fin de la cama.

—Ahora bajo... ya has cumplido tu cometido. —la chica hizo un pequeño mohín. —Ahora déjame sola.

—Qué mal despertar que tienes, ¿eh?

—Yunho... —comenzó ella, pero no le hizo falta continuar.



Su hermano la sonrió de esa manera que sabía que haría latir a mil por hora cualquier corazón femenino y tras indicarla con la mirada que se diera prisa, se movió para cerrar la puerta de la habitación dejándola sola. La chica suspiró por un momento. Adoraba a su hermano mayor, pero todos sabían que sus despertares no eran precisamente los mejores. Menos cuando anticipaban el largo día que iba a tener por delante. Un día largo, aburrido, y que indicaba el inicio de un nuevo curso escolar. Tras un resoplido, comenzó a preparar las cosas y a sí misma.

~*~*~


¿Qué hora era ya? ¿Tercera? ¿cuarta? ¿la hora de la comida? No tenía ni la más remota idea. Solo sabía que para ser el primer día había tenido una mala suerte impresionante. Como cada día desde que hubiera entrado al instituto, había llegado con su hermano. Y como cada día, se habían separado en las puertas. No por nada, no porque fuera él popular y ella alguien que prefería mantenerse en el anonimato, sino porque los dos hermanos eran así. Eran independientes el uno del otro, aunque si se necesitaban eran los primeros en salir en “la defensa del otro”.

Aún recordaba hacía unos años, cuando ella tenía once, que se había metido en una pelea con un grupo de niñas que se habían pasado meses metiéndose con él. Y claro, su honorable hermano era demasiado bueno como para hacer nada. Sin embargo YunHee no lo era. Y utilizó todo lo que su padre, policía, le había enseñado. Se metió en problemas, por supuesto. Tuvo que quedarse castigada durante todas las tardes el resto de curso y disculparse públicamente con el grupo de niñas que habían terminado como si les hubieran metido en un saco con un gato salvaje: destrozadas, despeinadas y con muy pocas ganas de volver a meterse con YunHo.

El problema es que eran estúpidas y decidieron que si habían conseguido la primera vez pasar por las víctimas, podría haber una segunda y una tercera y una cuarta.

Así era como le había llegado la fama de rara, extraña, violenta incluso y de poco fiar. A veces conseguía meterse en más problemas de lo que sería normal en una persona y desde que Ji y ella se conocieran todo había ido a peor. O eso es lo que muchas veces parecía. En realidad era muy tranquila y vivía más metida en su propio mundo que en el resto. A veces se sorprendía que se diera cuenta de algunas cosas cuando ni siquiera prestaba atención.

Su mente siempre estaba llena de ideas para relatos. Es más, pocas personas lo sabían, pero escribía una novela en internet que iba subiendo de forma periódica. Era una de las razones por las que estaba tanto tiempo en el ciber de Ji y tan poco en su casa. En parte era porque así se había acostumbrado a trabajar y porque le gustaba estar rodeada de gente, pero también porque de esa manera podía estar con su mejor amiga.

Una mejor amiga a la que no había visto en todo el día y que llevaba semanas sin verse porque ella y Yunho habían pasado el verano en Mokpo. Resopló por un momento y eso le sirvió una mirada de advertencia de Lee Kwang Soo, su jefe de estudios, que era el que estaba vigilando que cumpliera su castigo.

—Señorita Jung, si tiene algo que decir, dígalo en voz alta.



Tuvo que esforzarse en sonreír y negar, antes de volver a centrarse en lo que tenía entre manos: limpiar uno de los jardines del instituto. El jefe de estudios no era precisamente la persona más querida en el instituto y parecía que tenía algo en contra de ella. A veces sentía que tenía sus ojos puestos en su nuca por si daba algún traspiés.

—Concéntrate, a ver si terminamos esto pronto.

La voz del chico hizo que le mirara y asintiera. Era nuevo, acababa de llegar ese año y se le había tenido que encontrar ella. Era raro como él solo, pero al mismo tiempo atractivo. Demasiado. Tenía una masculinidad inherente en un cuerpo estilizado. Esa belleza casi frágil que en solo algunos de ellos les podría quedar bien. Había sido todo por casualidad. Había llegado a tiempo, claro, Yunho era de esas personas que siempre llegaban pronto a todas partes y que le arrastraba con él, pero YunHee se había despistado y había terminado en ese mismo jardín.

Allí había sido donde se había encontrado con el chico tirado bajo un árbol leyendo. Todo muy normal, sino fuera porque el jefe de estudio había aparecido unos minutos después de que el timbre de la primera clase hubiera sonado. Heechul se hubiera podido salvar, a fin de cuentas era nuevo, pero ella no. Ni siquiera les había dejado tiempo para reaccionar y decir algo. Kwang Soo les había castigado limpiando todo aquello con la excusa de que se habían saltado las clases. Por lo que parecía, el chico tenía fama de problemático, además de raro, y de que lo habían ido echando de distintos institutos de Corea hasta que había terminado en este.

Genial.

Había sido el premio gordo para el jefe de estudios el encontrarlos juntos. Ni que estuvieran haciendo algo malo. YunHee se concentró en tirar otro papel en la bolsa de basura. A veces se preguntaba si la gente comía o se iba allí a pelear tirándose lo que llevaban de casa. Dio una patada a una lata y ésta rebotó rompiendo la tranquilidad.

—Jung. —la voz del jefe de estudios llegó de nuevo hasta ella. —Le recuerdo que está limpiando, no ensuciando todavía más. Si sigue así se va a tener que quedar todas las tardes del resto de la semana.

—Ya veo que le caes genial, ¿eh?

—Oh, cállate. —rezongó ella, concentrándose en lo que estaba haciendo.

Y no vio, claro, la sonrisa divertida del chico que consideraba que aquello era mucho más entretenido en su primer día de clase que el estar pendiente de clases que en realidad le importaban más bien poco. Era del tipo de personas que podría sacar las mejores notas con el mínimo esfuerzo. Lo que le daba un gran tiempo extra para poder hacer lo que quisiera, lo que muchas veces se traducía en meterse en problemas. No entendía del todo lo que había pasado, aunque la forma con la que arremetía el profesor con la chica que compartía el castigo con él le indicaba que era algo que venía de tiempo atrás.

Ni que hubieran estado incendiando papeleras o pintando paredes.

El sol hacía ya tiempo que había pasado su punto central en el cielo cuando Kwang Soo decidió que era tiempo de parar. Además ya no había mucho más que limpiar. Habían dejado el pequeño jardín impoluto. Le gustaba aquello, mostrar el poder que tenía, aunque fuera con pobres estudiantes. Y además aquellos dos eran de los que merecían que tuviera un ojo sobre ellos. Sabía que la aparente paz, solo podía significar que estaban preparando algún problema.

—Bien, ya podéis iros.

El chico y la chica se miraron y después miraron al hombre. Asintieron por un momento y se fueron hacia el lugar donde habían dejado sus cosas. YunHee tendría que ir a la sala que el grupo de baile habían tomado como su punto de referencia a buscar a su hermano. Cuando cogió el teléfono no pudo evitar hacer una mueca.

—Mierda. —susurró. —Hemos perdido toda la mañana, la hora de la comida y prácticamente toda la tarde.

—¿Tanto? —preguntó el chico mientras se colocaba bien la mochila. —A mi se me ha pasado rápido y ha sido bastante entretenido.

—¿Entretenido? —preguntó la morena frunciendo ligeramente el ceño mientras se dirigían hacia la salida. —¿Qué hay de entretenido en recoger basura?

—La compañía.



Y sin más, la dejó con la palabra en la boca mientras se alejaba en dirección contraria a la que ella tenía que tomar. Chasqueó la lengua y se movió en dirección hacia una de las alas del edificio principal. Por la hora seguramente estarían allí todos practicando. A ella le gustaba el ejercicio, más o menos, al menos había estado acostumbrada toda su vida a ello, pero lo de su hermano a veces terminaba siendo obsesión. Podía pasarse horas y horas entrenando hasta que la dichosa coreografía salía perfecta.

Se colocó la mochila al hombro y se encogió por un momento cuando su estómago protestó. Estaba claro que tenía hambre porque ni siquiera habían parado para comer algo rápido. Una vez dentro de los pasillos sus pasos la llevaron hasta una zona donde sabía que algo podría encontrar: al menos un refresco y una bolsa de algo para ir paliando el apetito. Igual conseguía convencer a YunHo para hacer una parada en el bar de enfrente del instituto donde seguramente podría comprar algo para comer o darle largas para poder llamar a Ji y verla.

La echaba de menos. Aquel verano había sido horrible porque solo se habían podido comunicar a base de mensajes por kakao y skype. Algún que otro mail, alguna llamada y poco más. No era lo mismo ni por asomos. Arrugó la nariz delante de la máquina hasta que dio con lo que quería: una bolsa de patatas fritas y un botellín de té helado. No le solían sentar nada bien las bebidas con gas.

Se detuvo para comerlo en unas de las escaleras, abrió el botellín y dio un trago dejándolo a sus pies. Si iba con aquello a donde su hermano seguramente le caería la bronca del siglo por no comer decentemente. Además pasaba de que se enterara que ya el primer día había estado castigada cuando no había hecho nada de nada. Tendría que preguntar a alguien de su curso qué era lo que habían estado haciendo.

—Fantástico. — susurró cuando al intentar abrir la bolsa de patatas a punto estuvo de tirarlas por todas las escaleras al dar el tirón con demasiada fuerza. —Simplemente fantástico.

—Gracias. —comentó alguien y unas piernas largas aparecieron en las escaleras hasta acomodarse a su lado en las escaleras. La chica alzó el rostro y se encontró con Heechul de nuevo.

—¿No te ibas?

—Sí, pero no tenía qué hacer. —tomó el botellín y dio un trago, haciendo una mueca. —¿Siempre tomas esto?

—Sí y es mío. —le contestó arrebatándoselo. —Si no te gusta hay una máquina un poco más allá.

—¿Donde vas? —preguntó el chico ignorando lo que había dicho. —Por aquí no hay mucho que hacer ya a estas horas.

—A recoger a mi hermano en la sala del grupo de baile. —se metió unas patatas en la boca antes de que Heechul pudiera acabar con todas. El chico estaba delgado, pero en lo que le había cogido la bolsa prácticamente se la había terminado. —Y estas también son mías.

—Puff, aburrida, pensaba que ibas a hacer algo interesante. —frunció el ceño y se incorporó de nuevo como un resorte, descolocando a YunHee por completo. —Entonces ya nos vemos mañana. Igual conseguimos tener otro día sin entrar en clases, ¿qué te parece?

—Pero qué...

YunHee observó la espalda del chico alejarse y bufó de nuevo. No estaba bien de la cabeza. Unos minutos más tarde, se detuvo delante de la sala de ensayos donde se encontraba su hermano. Había escuchado su voz y la de más gente, además de la música. Suspiró por un momento y abrió ligeramente la puerta para asomarse en el interior, intentando no molestar mucho.