lunes, 23 de septiembre de 2013

Capítulo 2- La noche de la fiesta (Parte 3)

-Has conseguido lo que querías -dejó escapar Ji Ae en un tono altivo y un tanto molesto.

Aunque Min Ho la aferró con fuerza de la cintura ella no expresó ninguna queja, de momento no quería hacer aquello más difícil y la verdad es que, por momentos, solo pensaba en cómo vengarse del maldito Hyun Joong... y así se ampliaba su “lista de enemigos”

-¿Puedes explicarme por qué te caigo tan mal? -Preguntó él a su vez, a modo de respuesta, y con ese gesto en el rostro que la mujer ya había reconocido como “estoy ofuscado”.

-¿Qué quieres decir con eso?¿Nunca te ha caido mal nadie sin razones aparentes?

A pesar de que ella  le había preguntado aquello actuando como realmente sorprendida (tan bien que incluso se sorprendió a ella misma, por cierto), la pregunta llevaba consigo un dardo envenenado que dudaba que él pudiera pillar. Pero lo hizo,vaya si lo hizo.

-Por supuesto, pero cuando tú consideras que algo no es una razón, yo puedo considerarlo una razón perfectamente. Por ejemplo, yo no podría tener una relación de amistad, ni de ningún otro tipo, con alguien de una clase social inferior a la mía. ¿Por qué? Bueno, primeramente mi familia no lo permitiría, y después... seguramente no tendríamos de qué hablar. Yo tengo unos gustos caros... con mis amigos... voy en coches de último modelo, paso mis vacaciones en islas paradisíacas....y con las mujeres... bueno, les hago regalos caros, lo que significa que deben cumplir ciertas...cualidades...ya sabes, figura S, ropa bonita...ser de buena familia....

Ji Ae le miró sin entender cómo era capaz de soltar tantas estupideces por segundo. Sin embargo no dijo nada por el momento, lo cual le costó un esfuerzo titánico de relajar la respiración y contar de diez hasta cero.

Pero luego se dio cuenta de que le había puesto su pequeña “venganza” en bandeja de planta. La mano de ella que estaba en su hombro se alzó un poco, solo un poquito, hasta que el dedo llegó a rozar el cuello del hombre. Fueron solo unos segundos en los que ella no sabía cómo había conseguido fuerza para hacer aquello, y en los que él se había estremecido.

-Entonces...¿Dirías que yo si soy el tipo de chica con el que podrías estar? -preguntó  en voz susurrante, tan baja que el se vió obligado a acercarse un poquito más a ella para escucharla.

El joven no supo bien qué contestar en ese momento. La parte superior de las orejas se le había puesto roja, algo que hubiera pasado desapercibida para mucha gente pero no para ella, acostumbrada a detectar esas cosas después de tantos años como había pasado jugando a las cartas con su hermano.

-Si... por supuesto -contestó él finalmente después de tragar saliva.

-¿Aunque no sepas quien es mi familia....?

-Creo que no es necesario en este momento- aseguró.

¿No era necesario en ese momento? Ja. Era curioso ver como las cosas cambiaban como y cuando el quería.Aquello era algo que solo podían hacer los de su posición, cambiar las cosas a su antojo. Para ellos no había nada imposible, y si tan pronto les parecía que algo estaba bien, y era correcto, tan pronto les parecía que estaba mal.

-¿De veras? No es eso lo que decías cuando me conociste -contestó al fin sin poder contener más la ira que sentía en su interior. ¿Por qué? Era muy sencillo, se había confirmado que lo que no soportaba de ella eran sus orígenes.

¿Pero que era ella sino sus orígenes? Quizás de haber crecido entre algodones como el todo hubiera sido muy diferente. Si... quizás fuera una estúpida como el era un cretino, quizás hubiera dejado a todas sus amistades de lado única y exclusivamente porque no vestían bien o sus padres eran ricos. Llevaba ya demasiado tiempo soportando aquello en aquel instituto, un sitio, una época de su vida que se hubiera hecho realmente insoportable de no ser porque tenía a su mejor amiga, a sus amigos y a su hermano.

Pero la expresión de Lee Min Ho fue lo que hizo que todo aquello mereciera la pena. Cuando ella alzó la mano para despojarse del antifaz que la cubría, el no pudo evitar que su boca quedara abierta durante unos segundos.¿Cómo podía haber sido tan tonto? Sin duda los dos se hicieron esa pregunta en el mismo momento.

-Asi que después de todo no soy tan mala como crees...¿Eh? Seguro que de no ir vestida así y de no llevar la cara cubierta ni te hubieras acercado a mi. Pero espero que esto te sirva de lección de que una persona es mucho más que su aspecto. Tu,por ejemplo -Contestó ella mirándole de arriba abajo y apretando con fuerza los puños a ambos lados de su cuerpo- eres como un pastel en mal estado: muy bonito desde fuera, pero cuando pasas un tiempo con el te dan arcadas.

Min Ho no sabía lo que decir, y por otra parte ella no le daba tiempo a hablar. Había cogido carrerilla y le estaba diciendo todo lo que se había guardado durante tanto tiempo. En ese momento no pensaba en que estaban en mitad de un salón rodeados de todo el instituto, de que después se la tendrían jurada, de que era tímida y de que le tenía demasiado miedo al hombre. No importaba.

-Y por cierto... Yo seré de una clase social inferior a la tuya, pero estoy donde estoy gracias a mi esfuerzo, cosa que tú no podrás disfrutar en tu vida porque te lo dan todo hecho. Vete tu a saber que ha tenido que hacer tu familia para posicionarse donde esta y posicionarte aquí.

-No te consiento que hables mal de mi familia -contestó él de pronto pálido al escuchar esas palabras, y sin embargo las orejas seguía teniéndolas rojas. Seguía estando nervioso, ella le estaba dejando como a un estúpido delante de demasiada gente.

-Es lo que llevas haciendo tu desde que te conozco.

-Tengo mis razones para hacerlo- espetó el.

-¿Ah sí? -preguntó ella sin amilanarse- ¿Cuales? ¿Que razones llevan a portarse mal con alguien? ¿No se supone que si sois mejores que nosotros tendríais que tener un mejor comportamiento?.

Ji Ae no se había dado cuenta pero también se le habían encendido las mejillas a causa del enfado y los ojos estaban a punto de dejar que las lágrimas se derramaran por ellas. Pero cuando pensaba contestarla... el chico se dió cuenta de esto, la miró y frunció el ceño sin decir nada más. Fue en ese momento cuando una mano apareció de la nada tomando la muñeca de ella y tirando de la misma para alejarse de allí con una fuerza que a Ji le era más que conocida. En algunos momentos la chica creía que, más que una jovencita, era un saco de patatas.

-Nosotros nos ocuparemos de todo aquí -Dijo al chico Choi Min Ho que,como de la nada, había aparecido por allí.

-Si, no te preocupes, es mejor que se calme antes de volver a entrar -añadió Kyuhyun, como siempre en aquel grupo- y antes de que su hermano la vea así.

Porque sí, el que la había alejado de todo aquello no era otro que Changmin quien, todo hay que decirlo, con la ropa de "agente secreto" que llevaba parecía mucho más temible de lo que ya era normalmente. Además ella conocía perfectamente el gesto de su rostro: de enfado. La presión de su mano sobre la muñeca de la chica no hacía más que confirmar esto último, pero no se quejaría en ese momento, sabía que necesitaba salir de aquella sala fuera como fuere. En otras circunstancias seguramente habría sido Yonghwa o su hermano, o su mejor amiga, quienes la hubieran sacado de allí. Pero el primero se encontraba tocando en el grupo de música y era algo que no podía dejar, y en cuanto a los otros dos, parecía que se los había tragado la tierra.



-No me riñas... ya se que no tenía que haber dicho nada...pero estaba tan enfadada...-gimoteó ella cuando habían llegado a uno de los,en ese momento, abandonados pasillos del instituto.

Pero Changmin no dijo nada. Paró en seco en mitad del susodicho pasillo y se dió la vuelta bruscamente, rodeándola a ella en un abrazo fuerte e intenso,acogiéndola en su torso. La chica no dijo nada, sabía lo que eso significaba...que él estaba demasiado enfadado como para decir nada...¿con ella?¿Con Min Ho?¿Simplemente con la situación?. No importaba de momento, ahora ella volvía a sentirse protegida...por el, curiosamente, pero después de la tensión de tanto tiempo liberada al fin no pudo evitar comenzar a llorar en silencio, dejando que las lágrimas se deslizaran sobre el abrigo de el.

Su madre siempre había dicho que era una niña extraña. Cuando todas las chicas de Corea lloraban alzando la voz y haciendo extraños gestos, ella era completamente diferente. Calmada, parecía llorar hacia dentro. "Por lo mal que lo pasaste siendo pequeña" solía decir también su madre. Pudiera ser... hasta que la adoptaron sus lágrimas no le habían importado a nadie y, si lo hacían, era porque estas les molestaban, por eso ella había aprendido a intentar ocultarlas.

-No te preocupes...-contestó él con aquella voz profunda que deja escapar cualquier persona cuando tiene un nudo en la garganta- es solo que la única persona que puede creerse superior a ti y tratarte así de mal soy yo.

-No digas esas cosas si  no quieres que te grite también a ti -contestó ella siguiéndole la broma a pesar de estar más que convencida de que con el no podria hacer algo así.

-Me gritas cuando te gano al starcraft.

-Te grito porque jugar contra vosotros tres es frustrante, nunca consigo ganaros.

-Tsk -contestó él dejando escapar una sonrisa finalmente- Enana, se supone que tenía que ayudarte yo a ti, no al revés.

-¿Quien es una enana? -Preguntó ella alzando la mirada hacia él- Voy a tu mismo curso. Y no se como he podido ayudarte si no he dicho ni hecho nada.

-Me has hecho reír, lo cual ya es mucho...

Ji Ae arrugó la nariz graciosamente durante unos instantes. Si le hacía reír es porque, tal y como decía Yoochun, llevaba una payasa en su interior de la cual le era difícil escapar. Pero al menos se alegraba de que aquel enfado hubiera pasado.

-Bueno, tu me has dado un abrazo.... ya es mucho... hace unos días no me hubieras dado ni la hora y mira que cariñoso estás últimamente.

-Eh, no digas eso! Uno tiene cierta fama que cuidar...¿No crees? Por muy poco que te guste a ti la fama -contestó él antes de aclararse delicadamente la garganta- creo que hoy has roto con la tuya, por cierto... te tenían todos por una chica tímida que jamás levantaría la voz a nadie, y algunos por una chica fea.... les has dejado claro que no es así,estás muy guapa.

Ji Ae pudo sentir perfectamente como el calor subía por su rostro haciéndola sonrojar tanto que creía que... el maquillaje que le había puesto Jaejoong con tanto esmero, se estaba derritiendo y deslizándose lentamente por su rostro.

-Gracias....

-Si...he...de nada...-dijo el que por alguna razón también parecía nervioso en aquel momento- creo que tendríamos que volver o todos se preocuparan.

Ella asintió delicadamente a pesar de que no tenía ninguna gana de volver allí, sabía perfectamente que sería como enfrentarse a los leones, eso si no estaba Lee Min Ho para volver a enfrentarla, ahora que ella estaba más calmada. Ji Ae desde luego no se había dado cuenta del gesto que el hombre había hecho de dejar de meterse con ella al darse cuenta de que todo aquello la estaba haciendo daño realmente.

Los dos juntos caminaron por ese pasillo en dirección al salón. A cada paso que ella daba, el corazón le latía con más intensidad dentro del pecho. Empezaba a arrepentirse realmente de haberle dicho a Min Ho lo que le había dicho.

-Estate tranquila Ji... No te va a decir nada. Tendrías que ver lo enfadado que está Kyuhyun también, si te vuelve a decir algo va a ser curioso lo que le pueda contestar, qué ganas le tiene. No será muy fuerte, pero incluso yo nunca tengo ganas de discutir con el.



-Bueno, por suerte yo no discuto demasiado con el.

Pero las palabras de Changmin no le ayudaron demasiado cuando finalmente volvieron a abrirse las puertas de aquel lugar y todos se giraron a mirarlos. Ella quiso intentar averiguar donde estaba Lee Min Ho, pero se forzó a si misma a no buscarle, prefería no encontrarse con su mirada.

-¡Ji! -Dejó escapar Jaejoong, que había aparecido allí y no tardó en ponerse detrás de Changmin y de ella colocándoles las manos en los hombros y empujándoles a los dos hasta el sitio donde se había quedado el “Dream Team”, sin el hombre del conflicto, por cierto, y sin Siwon que no aparecía por ningún lado.

-Vaya... Desde luego tienes mucho valor para haberle hablado así -dejó escapar Leeteuk que estaba sonriendo.

En realidad todos sonreían, ninguno parecía realmente enfadado por lo que había ocurrido.

-¿Tu estás bien? -preguntó Jae mientras se posicionaba a su lado, protector.

-Estoy bien, Changmin me ha ayudado -contestó ella sonriendo a todo el mundo más calmada pero sin dejar de preguntarse dónde estaba el otro.

A ese montón de personas no tardaron en añadirse Kyuhyun y Minho, a los que les importaba más bien poco si estaban donde no debían o no.

-Ji...¿Estas....?

Pero algo no tardó en cortar la conversación cuando las puertas del salón se abrieron de par en par y dejaron entrar a.... Mulan y Jack Sparrow.

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