domingo, 20 de octubre de 2013

Capitulo 3- Juegos Nocturnos (parte 3)

YunHee salió corriendo prácticamente a ciegas con Ji Ae cogida por la muñeca. Recorrieron buena parte de los terrenos del instituto hasta que llegaron hasta el polideportivo de la escuela. En un movimiento rápido entró y una vez en el interior soltó a Ji Ae agachándose posando las manos en las rodillas intentando recuperar la respiración.

—¿Estás bien? —preguntó a YunHee tras unos pocos segundos. Odiaba lo que acababa de hacer: abandonar a sus compañeros para salvar el pellejo no era algo que fuera con la personalidad de la chiquilla.

Se incorporó lamiéndose los labios que se habían resecado y por fin miró a Ji Ae. Estaban a oscuras, únicamente iluminadas por las luces de emergencia y una ligera claridad que llegaba desde el exterior.

-Si...pero...¿y los pobres busancitos? -Preguntó ella intentando también recuperar el aliento, desde luego estaba en muchísima peor forma que su amiga. Demasiadas horas sentada en el cibercafé de sus padres.

Ella miró a su alrededor antes que nada, en busca de alguien que pudiera esconderse allí con el objetivo de tomarlas desprevenidas otra vez. Sacó la linterna e iluminó alrededor con ella, intentando enfocarla hacia el suelo para evitar en la medida de lo posible que alguien se percatara de la existencia de aquella luz.

-No me gustan los cambios de tiempo -susurró una vez consiguió hilar un par de palabras pese a la respiración agitada- todo cambia demasiado rápido.

—Creo que es el momento en el que más pueden eliminar… Y entiendo por qué lo hacen, sino nos quedaríamos estáticas sin hacer nada.

En ese momento se escuchó el sonido de la megafonía encendiéndose y se mordió el labio inferior con fuerza. Sentía el corazón latiéndole con fuerza y no solo por haber estado corriendo. Les habían dejado en un momento muy delicado. Sin ser consciente de lo que hacía estiró la mano para coger la de Ji Ae. Solo esperaba no escuchar ninguno de los dos nombres. La tensión duró unos segundos que parecieron eternos.

—Junsu… eliminado.

Abrió los ojos sorprendida. Todo el mundo sabía lo buen deportista que era y lo competitivo. No estaba segura de lo que había pasado, pero por un momento se estremeció. No le gustaba para nada la situación. Esperó por si decían más nombres, pero de nuevo el silencio.

—Han eliminado a Su…

-Nos estamos quedando sin todos los buenos- contestó la chica, que ya había tenido bastante con la eliminación de su querido profesor de educación física.

En esos momentos parecía que la balanza se había inclinado demasiado en  favor del otro equipo, donde había gente realmente buena y muy competitiva. Además de todo... la “cabeza” de su equipo, el Comandante, Leonidas... había sido eliminado demasiado pronto como para poder ayudarles. ¿Por quién? No lo sabían,pero era demasiado extraño.... que cayera tan pronto.

—Tendremos que escondernos bien…

YunHee estaba claramente nerviosa. No le gustaba nada la situación. Había pensado que más o menos estaban equilibrados, pero la eliminación de dos de los grandes los habían dejado bastante debilitados. De todas formas todavía había gente que lo harían bien, aunque sabía que seguramente ellas dos caerían pronto.

Si solo pudiera eliminar a su hermano…

La idea había aparecido en un flash en su cabeza en cuanto escuchó que se encontraba en el otro equipo y sabía que Yunho pensaría igual. Era lo que tenía que desde pequeños tuvieran un pequeño pique de ver quién lo hacía mejor… en todo. Y aquella era una oportunidad única.

—Asegurémonos que no hay nadie aquí dentro… — susurró con suavidad para señalar a Ji Ae que se movieran hacia atrás. Tenían que aguantar hasta el próximo cambio de tiempo por lo menos.

Ji Ae miró su reloj, siquiera recordaba cuándo habían dado el cambio de turno. Por lo menos no habían escuchado un “Yonghwa eliminado” ni un “Jonghyun eliminado” , mejor,después de todo ellos habían dado su “vida” para poder salvarlas a ellas.

La chica hizo caso a su amiga y se dedicó a mirar por todo alrededor en busca de cualquier persona que pudiera estar allí, lo que menos quería era que las asaltaran igual que había hecho el bueno de Minho, apareciendo de la nada. Se había asustado mucho, aún tenía el corazón latiendo a mil por hora.

YunHee se mantuvo siempre cerca de Ji Ae, para asegurarse de que se encontraba bien. En cierta manera había decidido que era su responsabilidad. Solo había cruzado la mirada durante un segundo con Yonghwa pero ambos se habían entendido a la perfección en ese aspecto. Respiró hondo. El lugar era conocido por ambas, pero parecía un sitio completamente diferente. Era como si el colegio se hubiera convertido en un lugar extraño, un campo de minas en donde no sabías cuándo podría explotar alguna.

No parecía que hubiera nadie cerca. Eso hizo que se relajara ligeramente mientras se movía de nuevo hacia donde se encontraba Ji Ae. Sabía perfectamente que había bastantes puertas en el polideportivo por donde podían entrar y salir. La cuestión era elegir una lo suficientemente cerca de otra por si tenían que salir corriendo.

—No parece que haya nadie… —comentó con un suspiro de alivio. —Me imagino que gran parte de la acción se está desarrollando en el edificio principal y en los terrenos.

En ese momento se volvió a escuchar el sonido de encendido de la megafonía y una vez más se notó la tensión en sus rostros. Comenzaba a odiarlo con toda su alma.

—Kyuhyun… eliminado.

.¿Kyu también? -preguntó ella realmente sorprendida- aunque bueno...lo de Kyu es más normal.

Todos sabían que lo suyo no eran los deportes. Si tenía que esforzarse para ganar en algo... (al menos algo fuera de los estudios) solo lo hacía en el Starcraft. Sin embargo era una baja más, una más para su equipo,que tendría que retomar posiciones en la ronda siguiente.

-Por cierto...¿Has visto que mono Jonghyun? Dicen que es un poco borde pero...a mi no me lo parece...estabais muy monos dados de la mano -dejó escapar ella como quien no quiere la cosa mientras seguía buscando a su alrededor.

—Solo fue para escapar. — dijo YunHee que sin estar muy segura de por qué sus mejillas se pusieron completamente rojas. —No es mal chico.

Lo cierto es que JongHyun y ella nunca se habían llevado ni mal ni bien, era una de esas relaciones en las que el punto de inflexión venía porque sus mejores amigos eran amigos entre sí a la vez. Se habían “soportado” más de una vez al quedar en grupo y hasta allí. Y sin embargo en aquella noche se había puesto realmente nerviosa cuando le había cogido de la muñeca.

Ni que ella fuera una de esas niñas tontas que le interesaban esas cosas. Chasqueó la lengua. También podía ser que en su mente bastante tenía con Yesung cada vez que se ponía a cantar: era como si el resto de la banda desapareciera.

—Y ha sido una suerte que aparecieran justo en el momento que más los necesitábamos.

-Es muy mono- confirmó ella que se llevaba bastante bien con todo el grupo de música, por gloria y gracia de Yonghwa pensaba ella, porque si no... no lo entendía- debe de ser cosa de los de Busan. Por lo menos se han salvado...de momento.

—Sí…

Fue la corta contestación de YunHee. En ese momento se escuchó la musiquita que indicaba el cambio de tiempo. El aire que tenía retenido se fue expulsando lentamente. Al menos tendrían unos minutos más relajados, en los que no tendrían que preocuparse si alguien les iba a salir por la espalda para eliminarlas.

—Menos mal, ya era hora. —exclamó YunHee respirando profundamente y de paso salvándose por la campana de no tener que seguir hablando sobre lo que opinaba de JongHyun ni de lo que había estado pasando esa noche. —Ahora nos toca a nosotras.

Una sonrisa apareció entonces en sus labios mientras se ponía la campanillas y una vez de pie movía ligeramente el pie para hacerlas sonar.

-Si...ahora nos toca a nosotras -contestó ella agachándose para volver a ponerse los cascabeles en los pies, y también la etiqueta de que ahora eran los “cazadores”.

Y terminado eso se encaminó hacia una de las muchas puertas que había en el recinto, preparándose para salir “a la batalla”, aunque realmente no creía que pudiera ayudar en demasiado a su amiga. Una cosa era eliminar a una esmirriada como era Jessica y otra muy diferente enfrentarse a un chico, a casi cualquier chico de los que había en el equipo contrario en realidad.

Y de pronto, al abrir la puerta poco a poco, vió pasar una figura negra corriendo como alma que lleva el diablo. Por suerte, Ji Ae había pasado mucho tiempo con la sombra en cuestión como para reconocerle.

-YunHee...Ese que pasa por allí....¿No es tu hermano? -Preguntó ella dejando sitio a su amiga en la puerta para que pudiera mirar.

YunHee que estaba justo detrás de ella, se movió con rapidez para mirar hacia donde le indicaba.

—Es él.



Dos palabras, muchos significados y una lenta sonrisa que apareció en sus labios. Su mejor amiga conocía perfectamente ese gesto: era el que aparecía siempre antes de que hiciera una locura a lo kamikace. Era ese gesto que provocaba que se metiera en los problemas con su hermano. Era la sonrisa de “voy a superar el reto que me has puesto delante”.

Se giró entonces hacia Ji Ae durante un solo segundo.

—¡No te muevas de aquí! Volveré a por tí.

Y después, sin darla tiempo a contestar, salió disparada hacia delante como la flecha que es disparada por un arco. Ni siquiera lo pensó. Una vez más actuaba por instintos más que por la mente racional.

Sabía que iba a ser difícil conseguir arrebatarle la pegatina de su espalda, pero tendría que intentarlo. La neblina se había hecho más intensa y podía notar el ligero frío azotando sus mejillas. Saltó por encima de un banco y sonrió al ver que YunHo se agachaba con toda la idea de esconderse detrás de uno de los muchos setos que había en el jardín.

Después de que su amiga saliera corriendo en persecución de su hermano, Ji Ae se quedó completamente sola en la piscina. Aquel era un sitio donde no estaba demasiado a menudo porque, a pesar de que le gustaba realmente nadar, no le gustaba hacerlo de manera competitiva, como un deporte, sino más bien para pasar el tiempo.

El problema de aquel lugar era que había poco sitio donde esconderse, pero quizás precisamente por eso nadie podía pensarse que a alguien se le ocurriera esconderse allí. Por otra parte era un edificio que contaba con unos grandes ventanales que,aunque normalmente estaban abiertos, ahora se encontraban completamente cerrados, como todas las noches.

El resultado era que nadie de fuera era capaz de ver lo que ocurría en el interior, o si ella encendía una luz. El lado negativo de todo aquello era que aquello estaba sumido en una completa oscuridad.... esa misma oscuridad que a ella le aterrorizaba.

En cualquier otro lugar, o si al menos YunHee siguiera con ella, no hubiera encendido la linterna que llevaba consigo. Sin embargo, y después de unos instantes de duro esfuerzo por vencer la tentación, terminó por hacerlo para mirar al menos hacia donde moverse. La luz de la misma traspasaba las cristalinas aguas de la piscina, que se encontraban completamente tranquilas. El agua precisamente,y aquel lugar tan grande y vacío hacían que sus pasos,por tímidos que fueran, resonaran en todo el. Uno,tras otro.

Ji Ae miraba en todo su alrededor por si hubiera alguien allí, con la mano un tanto temblorosa y el corazón tan acelerado que casi podía escuchar los latidos en su cabeza. Demasiadas precauciones para ella, persona patosa reconocida por todos. Y en efecto, no tardó demasiado en pisar unos azulejos salpicados por alguna que otra gota gota de agua, lo que causó que diera un ligero traspiés a punto de caer a la piscina. Consiguió evitarlo girando bruscamente el cuerpo y colocando las manos en el suelo, pero por desgracia se vio obligada entonces a soltar la linterna y esta se precipitó hasta el fondo de la piscina, donde la luz tililó un par de veces antes de consumirse del todo cuando el agua empapó los circuitos.

Sola... estaba completamente sola y para colmo no podía ver prácticamente nada, salvo por algún que otro rayo de luz proveniente de la luna llena que brillaba en el exterior y por alguna que otra farola que había encendida en los alrededores más cercanos al recinto de la escuela.

Estos rayos de luz le permitían precisamente moverse con un poco de facilidad hacia uno de los extremos de la piscina, donde debía haber dos pequeños cuartos que se utilizaban como baños/vestuarios. Allí al menos estaría más segura, o eso pensaba ella, sin razonar que también sería más fácil para alguien cogerla por encontrarse en un lugar más reducido.

Pero cuando llegó allí...la puerta estaba cerrada. ¿Por qué?¿Era otra de esas habitaciones donde no se les tenía permitida la entrada? Aquello no tenía ningún sentido...¿Que podían hacer de malo en unos baños? Aunque... en realidad había escuchado muchas historias sobre chicos y chicas bien jóvenes que hacian alli... sus primeros acercamientos... por así decirlo.Qué remedio, tendría que quedarse allí, en mitad de la oscuridad, con la tranquilidad de que al menos en aquella ronda era a ellos a quienes les tocaba cazar. ¿Habría dado su amiga con Yunho?

Con la espalda contra la pared alzó las manos lo suficiente como para aproximarlas a su rostro. La chaqueta de Yonghwa le quedaba grande, pero no le importaba, siempre le había gustado meter las manos en las mangas para sentir su calor. En aquella ocasión olían también a su amigo, una fragancia que conocía perfectamente, que olía a limpio y,según ella creía, al local de ensayo donde este se encontraba siempre. Le gustaba, le traía buenos recuerdos y la hacía sentir completamente tranquila, quizás porque el chico siempre había cuidado de ella.

La tranquilidad sin embargo le duraría poco.

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