domingo, 9 de febrero de 2014

Capitulo 5- Persiguiendo los sueños (parte 1)



A Ji Ae le encantaba viajar a Busan porque era algo muy semejante a ir a otro mundo. Era una ciudad mucho menos cosmopolita que Seúl pero, por eso mismo, también mucho más tranquila. Allí no había aeropuerto internacional ni acudía tanta gente como a la capital acudiendo a la llamada de lo que se había denominado la “ola hallyu”, pero sin embargo tenía hermosas playas y una tranquilidad que la chica extrañaba de vez en cuando.





El KTX, también conocido como tren bala hasta allí no les había tardado en llevar hasta su destino más que x minutos. Habían aprovechado para ir todos juntos, es decir, YunHee y Ji Ae, pero también todos los chicos de The Stupid, que tenían un concierto en dos días. Se trataba de una competición entre bandas así que todos estaban bastante preocupados, porque además de todo aquello se decía que habría ojeadores de diferentes empresas entre el público. Su futuro podía estar allí.


Lo cierto es que la popularidad del grupo había incrementado notablemente desde que algún curioso subiera la declaración de amor de Yonghwa a Ji Ae al youtube. Las visitas habían subido tanto que ya había gente en la calle que les reconocía y pedían autógrafos, y también quienes le decían alguna que otra cosa a ella.  Esto no se lo creían ni ellos mismos, pero en general estaban bastante contentos aunque dormían poco y parecía que en ocasiones pasaban toda su vida en el salón del ensayos.


En cuanto a YunHee y Ji Ae habían optado por quedarse en casa de una amiga, Eun Ah, con quienes habían estado unos años en clase antes de que ella se mudara a Busan. Sin embargo seguían hablando con ella e incluso se encontraban de vez en cuando. Su madre las adoraba, así que estaba bastante contenta de tenerlas a todas durmiendo en su casa.




Aquel día, la mañana siguiente de haber llegado, las chicas se prepararon para una salida a la playa que había organizado el grupo de música. Les llevaría Jung Kyung, el hermano mayor de Yonghwa, quien tenía una furgoneta donde al parecer entraban todos.


-¿Estáis listas? -Preguntó Ji Ae a sus amigas con la mochila al hombro.No llevaban bañadores, no pensaban meterse al agua en pleno febrero, pero al menos aquel día hacía sol.


YunHee se encontraba rebuscando en su maleta. Juraría que había metido en la maleta el cuaderno donde hacía anotaciones, sin embargo parecía que no se encontraba allí. Agachada delante de la misma alzó la mirada hacia su amiga.


—Ji… ¿has visto mi cuaderno? No lo encuentro.


Aunque sonara extraño, quería llevárselo por si se le ocurría alguna escena. Su amiga sabía perfectamente cómo era y que muchas veces se aislaba de todo el mundo por ponerse a escribir las ideas que se le pasaban por la cabeza. Y sabía que en la playa podía suceder, sobre todo porque YunHee amaba realmente el mar.


-Pues la verdad es que desde que he llegado a Busan no lo he visto...¿Seguro que lo metiste?¿Donde lo viste por última vez? -preguntó con curiosidad.


Ji Ae era más buena perdiendo cosas que encontrándolas, en realidad era Yun Hee quien solía encontrar las cosas que se le perdían, así que la situación se le antojaba un tanto extraña. Sin embargo se puso a buscar por la habitación porque comprendía que para ella era importante.


— No estoy segura…—  susurró YunHee con el ceño fruncido. Se mordió el labio inferior por un momento y después miró a Ji Ae. —Juraría que lo he metido. Estuve escribiendo en el ciber mientras te esperaba para venirnos.


YunHee intentó recordar esos momentos de caos que habían sido su llegada al ciber para esperar a Ji Ae mientras terminaba de estar preparada y después la salida precipitada en dirección a la estación de tren.


-¿No te lo habrás dejado allí? -Aquella era una opción un tanto preocupante porque podía pedirle a su hermano que se lo trajera, pero sabía de sobra que no quería ver a Yoochun (que era el único que tenía coche) ni en pintura- Puedo llamar a mi madre y que lo busque, o a Ricky.


El problema de que lo buscara su madre es que era una cotilla empedernida y,aunque Ji Ae no sabía con seguridad lo que ponía en esos papeles, si podía imaginarse que era algo privado.


—Pues… espero que no porque… sería putada. — solo pensar que podría llegar a terminar en determinadas manos… No, seguramente se lo habría dejado en casa. Asintió para sí por un momento. —Seguramente me lo habré dejado en casa. La noche antes estuve anotando un par de cosas…


Era mejor esa opción que la que se lo hubiera dejado en el ciber. La verdad es que no se acordaba muy bien cuándo había sido la última vez que había sacado el cuaderno. Suspiró por un momento.


—Bueno, vámonos, tendré que escribir en el móvil si se me ocurre algo.


-Bueno, pero puedo llamar...¿Eh? Rick-Rick me lo busca sin problemas si se lo pido- contestó ella mientras salía de la habitación con toda la tranquilidad del mundo.


Bajando las escaleras hacía el piso inferior estaban su amiga y la madre de esta esperándolas.


-Nos han preparado Kimbap para comer, mucho kimbap- dijo Eun Ah.


-Es porque esos chicos comen como una manada de lobos hambrientos -se defendió la madre- pero todos los hombres son iguales, lo sabréis cuando os caseis.


-Para eso aún queda mucho omma - contestó Ji Ae que sin embargo sonrió contenta por la comida. En ocasiones ella podía consumir más que alguno de los susodichos chicos presentes.


Los chicos, por cierto, estaban esperando en la parte de fuera de la casa, salvo Yonghwa que entró rapidamente para tomar la bolsa de comida y la mochila de ella y cargarlas hacia el vehículo regalando a la madre reverencia tras reverencia.


-¿Vamos? -Preguntó el chico al final a las chiquillas.


—Vamos. —respondió YunHee.


A penas unos minutos más tarde se encontraban sentadas en la furgoneta apretujadas entre los miembros de The Stupid. YunHee se acomodó entre JungShin y JongHyun, como una especie de barrera entre ambos que ya se habían puesto a discutir a saber por qué. Eun Ah terminó sentada junto a Jeremy, lo que no estaba del todo segura si era buena o mala idea porque ambos eran bastante hiperactivos.


A Ji Ae le había tocado sin embargo sentarse junto a Yonghwa, aunque el grupo ya tenía la costumbre de buscar un espacio para ellos. El le había pasado la mano por los hombros disimuladamente, como para aprovechar más el espacio, pero ella había aprovechado para recostar su cabeza sobre el y cerrar los ojos para dormir: no había descansado nada.





Mientras tanto su amiga y Hongki estaban sentados juntos. El problema de aquello era que los dos eran muy parecidos y extremadamente hiperactivos, por lo que se pasaban el día tirándose de los pelos, maltratándose y discutiendo, en buenos términos eso sí. En esta ocasión tenían una discusión muy profunda (para ellos) sobre si era mejor el helado de plátano o el de fresa. El chiquillo desde luego defendía la supremacía del fruto del amor, mientras que la chica le comía terreno con la dulce fresa.


-Creo que te va a tocar comprar helado otra vez- dejó escapar Ji Ae a su amiga mientras les observaba con evidente buen humor.


Mientras tanto la furgoneta se había puesto en marcha en dirección a las conocidas playas de Busan.


—Shhhh… —YunHee se llevó el índice a los labios en el conocido gesto. Se movió ligeramente para mirar hacia donde se encontraban aquellos dos “discutiendo”. —Esta vez no tengo a YunHo para sablearlo.


Era de sobra conocido que, como solía suceder, YunHee la mayoría del tiempo estaba pelada y que YunHo, por su parte, tenía una tendencia a ahorrar que hacía que tuviera siempre dinero. O casi siempre. Eso provocaba que la morena tuviera que pedir dinero a su hermano, sobre todo a finales de semana. No era algo que le gustaba, porque después tenía que devolvérselo con intereses convirtiéndose en una especie de círculo vicioso.


La furgoneta seguía recorriendo las calles de Busán en dirección a su destino. YunHee no podía evitar sonreír al ver a Ji Ae y Yonghwa aunque estuviera ligeramente preocupada. No dejaba de darle vueltas a dónde demonios habría dejado su cuaderno. Era algo que prefería que no terminara en malas manos, no por nada, si no porque se trataba del lugar donde siempre terminaba escribiendo lo que se le cruzaba por la cabeza en cada momento.


No tardaron demasiado en llegar a la playa de Busan. Aquel era un lugar que a Ji Ae simplemente le encantaba. Era amplia y casi formaba una media luna, pero lo que más le impresionaba a ella de todo aquello era que podían verse las montañas desde la misma, así que en cierto sentido y a pesar de que Busan era la segunda ciudad más grande de Corea, era como estar en contacto directo con la naturaleza.


Aparcaron cerca de la entrada aprovechando que en esa época del año no había prácticamente nadie. En realidad nadie sabía a qué venían realmente a la playa, solo que era una tradición que se cumplía cada vez que visitaban la ciudad. Al menos tenían comida y mantas en las que sentarse sin coger demasiado frío. Fueron los hombres los que se encargaron de cargar con todo esto, sobre todo Hongki, a quien se lo pusieron como “castigo” por discutir tanto con la chica.


Ji Ae no tardó demasiado en correr hacia la orilla y aspirar con fuerza: le encantaba el olor a salitre, era una de las cosas que más le gustaba en el mundo. No era extraño, ese olor solía significar que pasaría unos días felices, ya fuera en Busan o en Mokpo con YunHee y Yunho.


Aunque hiciera frío, YunHee se detuvo antes de entrar en la playa para descalzarse. Le gustaba sentir la arena en los pies. Era una sensación magnífica. Además no tener que saltar porque estuviera ardiendo, más todavía. Vio cómo Ji Ae corrió directamente hacia la zona de la orilla. El lugar estaba en calma, salvo por las conversaciones que había alrededor de sus amigos.


—Terminarás cogiendo un resfriado.


La voz profunda de JongHyun que se había acercado cargando con una de las mantas le hizo detenerse en lo que estaba haciendo, que básicamente era intentar no perder el equilibrio mientras se quitaba una de las botas, y mirarle.


—¡Qué va! así puedo meter los pies en el agua.


El chico no pudo por menos que sonreír con cierta ironía y revolverla el pelo mientras se acercaba hacia el centro de reuniones donde el resto del grupo estaba poniendo ya las mantas. YunHee se acercó hasta allí para dejar la mochila que llevaba con ella, junto con su calzado, y sin más se acercó hasta donde se encontraba Ji Ae cogiéndola por la cintura.


—¿Nos metemos al agua? ¿Mmm?


Ella miró a su amiga con curiosidad. Hacía frío y Ji Ae era bastante propensa a coger resfriados, pero fue algo que no pareció preocuparla demasiado a juzgar por como la sonrió y en cuestión de unos minutos se quitó la ropa. Por lo menos se había puesto traje antes de salir de casa.


-Vais a coger un resfriado- Dijo Yonghwa repitiendo las palabras de su amigo a pesar de que el estaba también preparado de sobra para afrontar aquello.


-Por suerte tengo quien me cuide -dejó escapar ella esbozando una sonrisa realmente cariñosa en los labios que también le hizo sonreír a el- YunHee es una fantástica enfermera cuando estoy enferma, me trae chocolate y me pone dramas.


Aquello hizo estallar una carcajada general del grupo después de la cara que se le quedó a Yonghwa, quien no se esperaba aquello, pero que tampoco pudo evitar sonreír con la ocurrencia de su novia. Ellos eran así, se pasaban el día metiéndose el uno con el otro.


YunHee ríe divertida mientras se comienza a quitar la ropa como si nada. Está acostumbrada al mar, al agua, a la arena. Nota el frío, por supuesto, la piel de sus brazos se eriza. Sin embargo no hace caso. Debajo está el bañador que se traía ya preparado, como su amiga. De la misma manera que ambas han traído una muda.


Mira entonces hacia donde se encuentra el grupo de chicos tras cruzar una mirada con su amiga. Hay un leve asentimiento, como si ambas se pudieran leer la mente, y en ocasiones tiene la sensación de que es así.


—No me puedo creer que no tengáis cojones de veniros al agua con nosotros.


—No estamos tan locos, sabemos cómo está el mar en estos días. —replica JongHyun con tranquilidad terminando de extender una de las mantas en el suelo.


—Os reto. —suelta entonces la chica como si nada. —A ver quién es el que más aguanta.







-Yo por supuesto, me atrevo... es más, quien salga el último del agua pagará la cena esta noche... ¿Qué os parece?-dijo Yonghwa- Además debería daros vergüenza, que dos mujeres se atrevan y vosotros no... y sobre todo tu Jonghyun...¿Cómo que alguien de Busan no se atreve a meterse al agua?


El chico afortunadamente se apuntaba a un bombardeo, sobre todo cuando se trataba de fastidiar a sus compañeros. Apenas dijo eso comenzó a quitarse la camiseta, pues el pantalón inferior no era más que un bañador masculino.


No es que Yonghwa fuera machista, sino que quería tocarles a ellos donde más les dolía... y funcionó. Uno a uno se fueron poniendo en pie, primero Hongki que después de todo había hecho locuras mayores en su vida. El siguiente fue Jung Shin, aunque solo fuera por quedar por encima de Jonghyun.


-Pero que sea rápido porque me estoy quedando helada- murmuró Ji Ae dando pequeños saltitos en la arena mientras les observaba.


YunHee sonríe divertida. El agua la llama. JongHyun dejó escapar un pequeño bufido y finalmente se comenzó a quitar la ropa como si tal cosa. Respiró hondo mientras miraba a las chicas. Y entonces, sin darles ni siquiera tiempo a reaccionar salió corriendo cogiendo a YunHee por la cintura y llevándosela prácticamente en volandas hasta el agua.


Ante el ataque sorpresa la morena no supo cómo reaccionar salvo soltar una exclamación de asombro, que terminó siendo casi un grito cuando el agua fría la golpeó con fuerza en una de las olas que llegó directamente cuando ellos estaban entrando.


-Le va a matar- contestó Ji Ae observando la escena y tirando del brazo de su novio. Este no tardó demasiado en cargarla a la espalda y llevarla también hacia el agua mientras ella susurraba- va a estar fría.... va a estar fría...


La chica se estremeció al ver como su amiga se sumergía en el agua y se abrazó más fuerte al cuello del chico. No estaba nada segura de esto, pero era una tradición y las tradiciones había que cumplirlas.

-¡¡YunHee!! -exclamó la chica imaginándose que su amiga podría escucharla- ¿Está muy fría?


A Yonghwa ya le llegaba el agua por las rodillas y no parecía tener demasiado frío, pero de la gente de Busan uno nunca podía fiarse para esas cosas.


YunHee salió fuera del agua y golpeó con firmeza al chico en el hombro que tenía el cabello humedeciedo y sonreía de oreja a oreja.






—¡Idiota! —exclamó para después mirar hacia la orilla donde se encontraba Ji Ae. —¡Está buenísima! vamos, paradisiaca.

JongHyun se echó a reir porque podía ver cómo la chica estaba temblando por completo. A la siguiente ola YunHee aprovechó para apoyarse en él y sumergirlo en una especie de aguadilla porque sabía que no le pasaría nada. El de Busán era prácticamente un pez.

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